sábado, 23 de marzo de 2013

La otra dimensión


Cuando en 1895 los hermanos Lumière lograron proyectar la llegada del tren a la estación de la Ciotat, jamás imaginaron que su invento significaría una revolución en el séptimo arte. Desde entonces, el cine ha experimentado una serie de cambios en varios sentidos. La tecnología ha variado,  el primer cinematógrafo de Auguste y Louis fue el soporte inicial para que directores de la talla de Tarantino, Spielberg, Copolla, Cameron y Allen entre otros, pudieran narrar historias en pantallas gigantes.  Hasta llegar al cine digital de nuestro siglo en 3D y la proximidad del 4D.


El uso de la tercera dimensión como atracción para las salas locales
  
Hollywood y, la meca que crea ilusiones


Balde de pochoclos ¿dulces o salados?, gaseosa tamaño XL, paquete de golosinas, y anteojos en azul y rojo parecen ser los requerimientos indispensables para ir al cine. Lo cierto es que la industria está cambiando, porque como consumidores que somos queremos siempre más. Nada nos satisface y el cine no es la excepción, por eso ante cinéfilos inconformistas el aggionarse es la respuesta.

En los Ángeles, los estudios 20th Century Fox, Universal, Paramount y Metro Golden Meyer se encuentran generando nuevos contenidos audiovisuales para recuperar el interés y la recaudación de la taquilla. Lo cierto es que estos mega estudios se encargan de la producción fílmica además de buscar el éxito del producto comercial, porque cuanto más taquillera es la película, mejor es el negocio, pero ¿que hay de nuevo para aumentar el interés del público? Hollywood cree ciegamente en el poder del 3D como motor de sus proyectos más ambiciosos y de sus ingresos.









Avatar y Titanic, el hombre a la orden de la naturaleza

Avatar, bajo la dirección de James Cameron, revoluciono la industria partiendo de la historia que se cuenta hasta la tecnología que se le aplicó.






Titanic, que tuvo su estreno en el año 1997, dio el paso del cine 2D al 3D para que todos vivamos otra experiencia de este relato. “El 3D enriquece todos los momentos más emocionantes de Titanic y sus momentos más conmovedores”, comenta Cameron sobre esta nueva versión. “El 3D eleva la experiencia a otro nivel. No solamente intensifica los ambientes espectaculares y la acción, también intensifica las interacciones humanas; los momentos más íntimos son más poderosos porque sientes que estás ahí con la pasión de los personajes con su miedo o esperanza” agrega el canadiense[1].  Paramaount Pictures fue la encargada de solventar el filme, que costó 18 millones de dólares.

Con múltiples estrenos que atrapan a grandes y chicos, y una oferta variada la industria sigue debatiendo si el 3d seguirá teniendo lugar sobre la ventana de la exclusividad antes de lanzar los títulos en los servicios de televisión a la carta o videoclubes online como Netflix. Lo cierto es que mientras el intercambio de ideas continúa, la idea de una cuarta dimensión viene pisando fuerte.

El movimiento de las butacas, lluvia o niebla, hasta olores son solo algunas de las atracciones que se pueden disfrutar en los parques temáticos de Disney y en algunas salas de México, Asia y Brasil. Solo restará esperar a que el sistema llegue a nuestro país.