domingo, 26 de mayo de 2013

Cazadores de talentos

La figura del productor musical es una de las más importantes en el panorama de la industria musical de los últimos 50 años, sin embargo es una de las más desconocidas para el gran púbico. 
Gustavo Santaolalla, Rafa Arcaute son solo algunos de los nombres que se esconden detrás de grandes artistas.

Mucho más que Bajofondo



Radicado en Los Ángeles pero nacido en El Palomar, Gustavo Santaolalla, es uno de los productores musicales además de compositor y músico, más requeridos en Hollywood. Ganador de dos premios Óscar por “Secreto en la montaña” y “Babel”. 

Su carrera profesional de música empezó en 1967 cuando tenía dieciséis años y fundó el grupo Arco Iris, una banda local que fusiono rock y música tradicional de Latinoamérica con rock nacional. Lo curioso es que Gustavo no sabe leer ni escribir música.  

Su amistad con León Gieco, desde 1969, le valió acompañarlo de gira desde Ushuaia a la Quica con el rótulo de productor. “Cuando volví a Los Ángeles, después de esa gira, tuve una crisis personal. Llevé mis temas como Ando rodando o Mañana campestre por el país y es linda la sensación, pero había conocido a todos esos músicos desconocidos por la mayoría, tan talentosos. Quise correrme de la luz y del protagonismo. Y ahí empecé a producir”, recuerda el músico que con Bajofondo retoma el amor de tocar en vivo. 

Santaolalla se caracteriza por la fusión de géneros y estilos. “Creo que hay buen rock alternativo y mal rock alternativo. La música es buena cuando es genuina, cuando te conmueve, te hace bailar y te representa. Siempre en el mundo del rock fuimos de avanzada pero eso ya pasó. No estamos más en la vanguardia pero es que nadie lo está en América Latina. Creo que los tres grupos más grosos del último tiempo no son argentinos: Café Tacuba, que puede estar incluso en el mismo lugar que Radiohead, Calle 13 y pronto Bomba Stereo. Ninguno es argentino”. De Café Tacuba, fue producto sumado a Divididos,  La Vela Puerca, Árbol, Juanes, Julieta Venegas, Jorge Drexler y Bersuit Vergarabat, entre otros. 

Desde hace cuatro años, Santaolalla trabaja en Arrabal, un espectáculo de danza con música de Bajofondo, inspirado en nuestra historia argentina, que él escribió conjuntamente con John Waderman. Este espectáculo se presentara en Argentina y en distintas ciudades del mundo. “Este es un show muy poderoso y muy sexy. Aquí no hay canciones y no se habla ni una sola palabra, pues, en gran medida es instrumental. ” 



Rafa Arcaute: orden y libertad


Musicalmente hablando es el hijo adoptivo de Luis Alberto Spinetta, y el padre de once premios Grammy. Con 35 años, Rafael Arcaute es el productor musical argentino con mayor éxito en los últimos años. 

Empezó a los 24 años en La Diosa Salvaje, con Luis Spinetta y desde entonoces trabajó con Diego Torres, Andrés Calamaro, Babasónicos, Calle 13, Illya Kuryaki and the Valderamas y Dante Spinetta. Hizo A propósito de Babasónicos y también Mordisco de Emmanuel Horvilleur y Pyramide de Dante Spientta y fue el coproductor del álbum de regreso de IKV, Chances. 

A comienzo del 2000, mientras producía un disco para el modelo Tommy Dunster, conocí al dueño del estudio donde grababa Luis Spinetta. Cada mañana Spinetta me preparaba el desayuno, yo en ese momento tenía 24 años. Un día él me pregunto qué hacíamos, le expliqué. Le reproduje una canción y me contestó que cuando terminé de hacer mi trabajo, si quería que nos juntemos y que haga lo mismo que hacía con esas canciones, para él. Vos las armas y todo”, me dijo.  “Luis me firmó una especie de cheque eterno. Me enseño que en la música hay muchos roles y me ayudó a encontrar una posición final. Vos tenés que dedicarte a producir, me decía. Me enseño que la música estaba ahí pero que lo más importante es lo humano”. 

Bajo los principio de dedicación y humanidad es que Arcaute construyó su carrera. “Yo tengo el foco puesto en que el artista no se ahogue en su vida útil. No me preocupo por sonar más que la banda o aparecer en el videoclip. Cuando vos estás trabajando con un artista, estás laburando con un pedazo de su vida, de su obra, hacer un disco no es meter cuatro tipos en un estudio. Ordenar el caos de un artista es fundamental. Y lo estoy pensando ahora, pero todos los artistas con los que trabaje son personas sumamente ordenadas. Quizás por eso conecto tan bien con ellos, porque compartimos esa manera de vivir”

Actualmente vive nueve meses al año fuera del país. Y está trabajando en dos proyectos a la vez. Está grabando en Puerto Rico con SieteNueve, y en Los Ángeles donde produce lo que podría llegar a ser el primer disco en inglés de René Pérez, de Calle 13, donde participa el productor Scott Storch.  

Sin bien suele grabar en algunos de los mejor estudios del mundo: Ocean Way de Los Ángeles, Electric Lady en Nueva York, Hit Factory y Setai en Miami y Play Bach en Puerto Rico.; su auto es como su oficina. “Donde esté, tengo auto. Es una extensión de mi casa y del estudio. Es mi terapia” dice. “Cuando termino largas sesiones de grabación, subirme al auto es como volver al mundo otra vez. Var las ciudades dormir es un buen momento para pensar”, explica el productor quien dice escuchar Ipod en vez de música. 





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